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sábado, 8 de octubre de 2016

SIGNIFICADO E IMPORTANCIA DEL ‘PERDÓN’ ANTE LA SITUACIÓN HUMANA Y PLANETARIA ACTUAL


            El Perdón es un aspecto de fundamental importancia en el “Trabajo de la Conciencia” y el consecuente avance del alma hacia una promisoria condición vibracional.
            ElAnclaje de Energías solares y cósmicas en la Tierra ha estado modificando la energía del planeta en dirección a una elevación vibratoria global. Esta “Tarea Cósmica”, llevada adelante por grandes Inteligencias solares arquetípicas, ha encontrado colaboradores humanos capaces de transformarse en puentes de anclaje. Estos ‘humanos’ han aceptado en sus almas tal misión antes de encarnar, o, mejor dicho, antes de descender a la Tierra para su peregrinaje ministerial. Son “almas-puente” sincronizadas con las Inteligencias Solares y con el Núcleo Solar Interno de la Tierra.
            Debido a esta Tarea de Anclajes Solares, con la consecuente elevación vibracional global, la Humanidad junto a todos los demás reinos de vida, ha sido afectada energéticamente, repercutiendo en movimientos purificadores evidenciados como “crisis” en diferentes áreas del quehacer y el saber humano, removiendo añejas estructuras psicológicas y culturales negativas que han afectado por milenios al Alma Humana.
            El ser humano comienza a darse cuenta, a partir de los heterogéneos y persistentes escenarios de “crisis”, de los puntos débiles en la conciencia humana, así como de la necesidad de rever estructuras de creencias que hasta hoy permanecían como “callosidades” astro-mentales en el subconsciente colectivo.
            Las almas más adelantadas reciben los efluvios de las entrantes energías crísticas entrantes volviéndose más independientes y creativas, sintiendo alejarse de movimientos organizados alrededor de creencias dogmáticas e ideales sectarios. Las organizaciones e instituciones religiosas se van volviendo cada vez más innecesarias y prescindibles a medida que un mayor número de almas “despierta” del sueño psicológico del miedo y la dependencia, y, valiéndose por sus propios medios reflexivos, hoyan el sendero interno de la conciencia “con sus propios pies”… Dicho en otros términos: “el hombre corta el cordón umbilical con los ‘autoritarios dogmas’ y comienza a pensar por sí mismo, sin miedos ni supersticiones”.
            Las energías suprafísicas entrantes al planeta producen, a través de las conexiones de Anclaje Solar, una repercusión vibratoria constante en el Cuerpo Planetario, a manera de “diapasón vibrante”.
            Ese es el método o proceso, el cual esclarecerá al reflexivo e imaginativo pensador.

            EL PERDÓN es, en el escenario planteado, de vital importancia para la Humanidad (y también para el Planeta, por su relación e implicancia), debido a que las energías de constante elevación vibratoria no pueden hacer su trabajo ascensional en el templo humano de alguien aferrado al pasado. El Perdón libera al hombre del pasado de dolor, limpia los centros plexo solar y cardíaco, y permite así el establecimiento en el aura humana de las energías crísticas que circulan ya por el aura planetaria. De esta manera el hombre se convierte en “un punto focal de luz” en la Red de Luz Planetaria.
            De lo contrario, quienes mantengan en sus cuerpos y chakras las densas energías del dolor entendidas como ira, rencor, odio, violencia, celos, envidia, engreimiento, etc., no podrán elevarse energéticamente junto al planeta en su encumbrado ascenso hacia la Luz Espiritual, y en lugar de formar parte de la Red de Luz, serán parte de la red del ‘dolor global’ o Egregor Masivo Planetario.

            Quienes mantengan en sus cuerpos y chakras las densas energías del dolor entendidas como ira, rencor, odio, violencia, celos, envidia, engreimiento, etc.,  no podrán elevarse energéticamente junto al Planeta en su gran ascenso hacia la Luz.
            Todo este “movimiento ascensional” es progresivo y cada reino de vida en el planeta deberá poder ajustarse a los necesarios cambios a los que el progreso obliga para subsistir. Las especies y formas de vida que no puedan adaptarse a estos procesos de escalonado avance espiritual entrarán en un proceso inverso al ascenso, es decir, en un proceso de retrogradación de las energías. Ya se ha explicado que, al final de los ciclos, lo que no avanza retrocede en forma de debilitamiento y deterioro hasta desaparecer, obedeciendo a las Leyes de la Naturaleza.         Así aconteció con las especies de vida que se han extinguido tantas veces en la Tierra al no poder superar ‘la crisis de adaptabilidad’ requerida evolutivamente, y apareciendo en su lugar otras especies de vida más a tono con los nuevos ciclos nacientes…. Esto ha ocurrido siempre en cuanto a las formas vivientes biológicas. Pero en cuanto a “la conciencia”, la cual, como enseña la teosofía,  va transmigrando a través de las formas materiales creadas evolutivamente, ocurre algo similar, aunque no exactamente igual a como sucede en la Materia. La coincidencia está en que, en ambos niveles de la existencia, en la vida física de las especies y en el plano suprafísico de “la conciencia”, hay EVOLUCIÓN, progreso, pero existe una diferencia: Mientras las especies biológicas, ya cumplido su ciclo, decaen y desaparecen (dando paso a nuevas especies), “la conciencia”, en cambio, jamás retrocede o desaparece, sino que siempre avanza (excepto en excepciones que pueden acontecer en cierta etapa de la evolución del alma humana, que algunos han llamado “segunda muerte(1) ). Es decir que,  mientras las especies biológicas aparecen, se desarrollan, y desaparecen, ‘la conciencia’ avanza inexorable e interminablemente ocupando, en seguidilla, los ‘vehículos’ o ‘envases materiales’ de las especies, recogiendo las experiencias que de cada forma viviente pueda obtener. La conciencia siempre avanza, aunque puede entrar en grandes “pausas”, es decir, en reposos o descansos a veces extensos, esperando un siguiente ciclo evolutivo promisorio para seguir avanzando a través de las nuevas formas de vida.
            Según estos conceptos puede entenderse que la conciencia en el mineral encontrará siempre los cauces para avanzar hacia el siguiente escalón evolutivo en el reino vegetal, para, después de eones de tiempo de experimentación en este reino, encontrar un puente para pasar al reino animal y comenzar a recoger las nuevas y ricas experiencias que ese reino de vida pueda ofrecer. Cuando la conciencia finalmente llega al reino humano y afianza el ‘cuerpo causal’, se convierte en “AUTOCONSCIENCIA” y comienza allí una nueva travesía.
            La etapa humana de la conciencia es “el punto de llegada” de una larga travesía, de millones de millones de años,  a través de los reinos infrahumanos o ‘reinos menores’ de vida, y es, a la vez, “un punto de partida” para escalar, en forma de “CONCIENCIA AUTOCONSCIENTE”, hasta alturas insospechadas.
            En la actual 5° Raza, la rueda evolutiva ha girado ya varias veces en torno a la experiencia de la AUTOCONSCIENCIA, y esto está sincronizado con el proceso del despertar de la Vida Planetaria como un todo.
            A esta Vida Planetaria, en su conjunto, es decir,  la vida de todos los reinos como unidad, se le ha llamado GAIA; y en la actualidad la Humanidad más adelantada en conciencia expresa, en su conjunto, “la autoconciencia de Gaia”. Lo dicho es un concepto para ser meditado y reflexionado.
            En este concepto se evidencia claramente la estrecha relación ‘esotéricamente simbiótica’ entre ‘el Alma de la Humanidad’ (en su expresión más avanzada, es decir, “todas las almas iniciadas en distintos grados”) y ‘Gaia’, la Conciencia Planetaria, pudiéndose deducir que:
            “La Iniciación Planetaria está estrechamente vinculada al desarrollo iniciático global de la Humanidad”.

            Es por este motivo que hablamos de la importancia del PERDÓN, debido a que cuanto mayor sea el número de almas que se liberen de las trabas que impiden el avance hacia “la iniciación espiritual de la conciencia”, mejor avanzará Gaia hacia su próxima Iniciación.
            Cuantas más almas humanas se sumen al entramado de luz espiritual planetaria, liberándose a través del Perdón y el Trabajo Interno(2), más fácil y dócil será el paso del presente ciclo racial y planetario al siguiente.
            Mediten en lo expuesto y revelado.
            En Luz y Paz Solar:

Conserje de Luz Planetaria
           

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1.      Segunda muerte:   Para comprender esta importantísima y pavorosa cuestión, sobre la cual tan diversas opiniones se han omitido, hay que recordar primero algunos puntos capitales. Sabido es que Manas (mente) es dual: su porción superior tiende a elevarse hacia Buddhi, mientras que la inferior gravita hacia abajo, hacia los principios inferiores y más materiales. Estas dos porciones se hallan unidas por el Antakarana, canal de comunicación entre el Manas inferior y el superior, o sea entre el ‘ego humano’ (o alma humana) y el ‘Ego divino’ (o Alma divina), que son dos durante la vida humana (aunque el ego inferior sea ilusorio y el Ego superior verdadero) para convertirse en un solo Ego en el Devachán o en el Nirvana. Por medio de este puente se transmiten al Ego superior las emanaciones más nobles y espirituales del alma humana personal, las únicas que sobreviven (de todas las energías de la personalidad humana), y solo introduciéndose así las nobles energías del yo personal en la Mónada, fundiéndose la naturaleza moral con el Ego divino, es como el ego personal adquiere inmortalidad. Por el contrario el ‘alma kámica humana’ (kama=deseo), es decir el alma personal de un ser humano envilecido y perverso, que nunca ha tenido otros pensamientos que los relacionados con el yo animal, no teniendo, a la muerte del cuerpo, nada que transmitir al Ego superior, ni cosa alguna que añadir a la suma de las experiencias de pasadas encarnaciones, esta alma personal, encontrando roto el puente que une a Manas inferior con el superior, queda separada del Ego divino (de la Mónada o Chispa) y condenada a sobrevivir como entidad aislada, como “cascarón vacío” de conciencia verdadera o “sin alma”, y esta separación es para siempre (hasta que se disuelva lo inferior), a menos que, mediante un supremo y definitivo esfuerzo, consiga el hombre establecer de nuevo el puente de comunicación entre el ego inferior y el Ego superior. Cuando la reconexión entre manas inferior y superior no ocurre, el ego inferior se va aniquilando gradualmente, pero esto no significa simplemente discontinuación de la vida humana en la Tierra, sino que, las energías de la psiquis inferior se reagrupan y encuentran la forma de reencarnar en la tierra en una criatura aún inferior y más abyecta, y estas reencarnaciones se repiten en forma de seguidilla, cada vez con mayor degradación, hasta alcanzar, en algún momento, la disolución, aunque si encuentran la forma de proveerse de la energía vital de otros, pueden perdurar por tiempo incalculable. A estas criaturas, ya desprovistas de cualquier hálito de conciencia, la literatura medieval les ha dado el nombre de ‘vampiros’. (Hasta aquí, conceptos del Glosario Teosófico).
Explicado el tema algo más técnicamente se puede decir que, cuando el Cuerpo Causal o cuerpo mental superior, (el vehículo o ‘la matriz’ de lo que será más tarde el nacimiento del Ego divino), está todavía casi ‘transparente’ al final de un ciclo racial humano (es decir que no contiene los ‘colores’ de las cualidades que otorgan las experiencias que darán nacimiento al YO autoconsciente), entonces, por Ley de Economía, la Mónada o Chispa Divina se retira de ‘la burbuja mental superior’ que había sido manifestada como receptáculo para las energías de las experiencias, y la disuelve. Esta “burbuja de materia mental” es el alma humana o alma individual, la cual, al no absorber cualidades positivas para el desarrollo de la conciencia causal, (debido a que la persona humana, ‘una tras otra’, nada han aportado en cualidad), termina disolviéndose al final del ciclo, liberando así a la Mónada o Chispa, la cual formará, en algún ciclo futuro, una nueva “burbuja manásica”, cuando las condiciones favorezcan tal evento; pero hay que entender que cuando la Mónada pierde el alma individual, que tanto trabajo costó llegar a gestar a través de la evolución infrahumana, esto significa haber perdido una preciosa oportunidad y significa tener que ‘comenzar de nuevo’… Por eso se dice que, la “segunda muerte” o muerte del alma humana (o disolución de la ‘burbuja mental individual’), debe ser evitada, y la forma de hacerlo es desarrollando la conciencia, con el sentido de la ética y la creciente adquisición de comprensión. “La salvación de las almas”, frase corrientemente empleada en el cristianismo, tiene que ver con este tema, que aquí se explicó desde un punto de vista esotérico.
Estas fueron aproximaciones conceptuales a un tema que requiere de minucioso estudio teosófico para esclarecerlo más plenamente, pero lo dicho aquí es suficiente como guía de estudio.
2.      Trabajo Interno: ‘El Trabajo del alma’, el cual consta del desarrollo de facultades y fortalezas de la conciencia hasta alcanzar la cumbre de la Sabiduría. “Los Trabajos de Hércules” son alegorías sobre este tema. Véase  http://alma-hercules.blogspot.com.ar , de esta Escuela Interna.




1 comentario:

  1. Lo siento, perdóname, gracias, Te Amo. Aunque me agobie el cansancio, el temor, la duda y el orgullo, continuaré buscando, venciendo el temor y la duda y doblegando mi orgullo y para continuar te necesito, necesito tu mano que me sostenga, me de fortaleza y me guíe. Lo siento, perdóname, gracias, Te Amo...

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