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lunes, 3 de octubre de 2016

EL PROGRESO DEL ALMA HUMANA Y EL SENTIDO DEL ‘TRABAJO INTERIOR’


            24-07-16.-

            Encuentre el estudiante un sitio de paz en su interior para trabajar en sus bloqueos. Elimine de su mente toda forma de creencia de separatividad; la forma de hacerlo es advirtiendo la ‘creencia-forma’ cuando aflora en la manera de pensar, expresar y actuar, para luego trabajar en ello con las herramientas útiles(1) que se han ofrecido para eliminar formas de pensamientos.
            La autoobservación es lo primero en este trabajo, pero deben los estudiantes conocer la orientación del “Trabajo Interior” para que la ‘autoobservación’ tenga una base sólida y clara del sentido y objetivo del Trabajo. Este sentido es el despejamiento de la Ilusión en la cual la mente humana ha caído al identificarse con creencias de todo tipo, que aún muchos, inclusive estudiantes aspirantes, defienden como si fuesen grandes e irrefutables verdades.
            Lo siguiente debería ser entendido por todos los estudiantes:
El mundo de las creencias es tan solo una esfera de ‘vida-energía’ dentro de la bastedad de la MENTE UNIVERSAL. ‘La creencia’ existe como una minúscula parte de esta Gran Mente infinita, como una franja muy delgada dentro de la Evolución, ya que la creencia no existe en los reinos infrahumanos y deja de existir cuando el ser humano sobrepasa la experiencia del intelecto, y esto, a nivel evolutivo cósmico, es un abrir y cerrar de ojos para BRAHMA.
Las creencias son formas de energía de pensamiento con color y cualidad, pero ninguno de tales “objetos de la mente” tiene ‘verdad’ en la categoría de lo Eterno y Absoluto, pues toda creencia en un ‘objeto vibracional’ o “cuerpo de vibraciones” en la esfera mental capaz de elevar o disminuir la vida de la conciencia según sea la cualidad y color de la forma mental. Pero jamás una creencia es LA VERDAD, a lo sumo puede ser “un reflejo” de alguna energía más elevada que la del campo del pensamiento, pero, repetimos, nunca una creencia debería ser entendida como “la Verdad misma”, por el simple hecho de que toda verdad es verdadera y cierta ‘cuando se vive’ enteramente, directamente, experiencialmente, no cuando se piensa en ella…
El pensar en ciertas hipótesis de la Verdad, o de ciertas verdades, es útil y necesario para el alma estudiantil que, extraviada entre los laberintos de las formas materiales y mentales, y confundida con el dictamen sensorio del cuerpo y con el agitado y cambiante mundo del deseo, aún viaja por un camino de “búsqueda de la verdad”.

“La búsqueda”  es un sendero que despierta el intelecto, vitalizando y fortaleciendo sus facultades y que finaliza, tras un largo camino místico-filosófico, en la experiencia directa de ‘la Verdad del Ser’.

“La búsqueda” está llena de obstáculos mentales y astrales que el estudiante debe aprender a ‘ver’ y superar, haciendo de su intelecto un eficaz laboratorio interno que se vuelva capaz de generar la viva energía del DISCERNIMIENTO.
Sin REFLEXIÓN el viajero buscador de la Verdad queda detenido en ‘espejismos astrales’ llenos de sugestivos y cambiantes colores que pueden hipnotizar la conciencia del incauto estudiante, y también queda varado en ‘ilusiones mentales’, creencias dogmáticas que son tomadas como “La Verdad”, lo cual ata a la mente e impide el necesario movimiento fluídico y ascendente de la conciencia por la Escala Vibratoria. Por eso es tan importante para ‘el viajero buscador’ que medite en “el DESAPEGO”, tanto de todos los objetos del mundo del deseo como del mundo de las ideas.

“El progreso del alma humana” es como el ascenso por una Gran Escalera en la cual cada escalón representa una vibración que debe activarse en la conciencia.

Cada vibración puede estar reflejada en una determinada “creencia”, pero ningún ‘escalón’ es la Verdad, sino pasos ascendentes hacia La Verdad. La cima de la Escalera sería (para el alma humana en la actual raza aria) “LA FILOSOFÍA DEL SER”. Este último escalón de la Dorada Escalera es, esotéricamente, “la Piedra Filosofal” de los antiguos alquimistas, pero aún esta misma ‘Piedra Filosofal’ o ‘Piedra de los Filósofos’ no es la verdad misma, sino el puente final, el último paso que el filósofo construye con honda meditación, tras el cual debe colocar su próximo pie en el vacío… Cuando ‘la conciencia que busca’ ha llegado a ‘la cima’ significa que ya no existen escalones, ya no hay escalera que subir con el intelecto…, pero aún así el peregrino escucha el Llamado interno que lo invita irresistiblemente a ir más allá, abandonando ‘el último escalón’, y superando el aferramiento a la Escalera, que representa “lo conocido”,  “las creencias”, da el paso hacia ‘el vacío’… Todo lo construido debe ser abandonado, todo lo edificado en el campo del pensamiento ya no servirá en la experiencia del más allá, en la Supraconciencia…
El paso en el vacío” no obedece al proceso del pensamiento sino a la Intuición, y es un acto de fe y entrega a vivir en El Ahora, que es el Ser Uno Atemporal, dejando todo miedo e inseguridad atrás… Pero decirlo aquí ‘no es la verdad’, sino tan solo ‘un reflejo’ de Algo que debe madurar en la conciencia o alma, hasta aflorar como experiencia directa y vivencial. De nada servirá desear llegar a esta Cima, porque el “desear ser” y el “desear llegar y obtener” es deseo, es decir, está en el terreno del ilusorio yo psicológico que sigue intentando llenarse, fortalecerse…

Todo logro ha de lograrse sin que el yo ilusorio se fortalezca,
y para ello ‘el estado de alerta’ ha de ser constante;
y todo ha de conquistarse paso a paso.

En la conciencia o alma todo sucede comparativamente a como ocurre con una semilla, la cual debe germinar, brotar, crecer y convertirse, a través de múltiples y diversos estados de su desarrollo, en el frondoso frutal con maduros frutos…, o acaso en el más bello rosal lleno de fragancia, belleza y color… Así ocurre con el desarrollo del cuerpo causal o cuerpo álmico, donde la semilla de la autoconsciencia debe brotar, crecer, madurar y dar el más bello fruto de Sabiduría y Virtud. Durante el avance y la adquisición de algunos logros en la conciencia, cualquier envanecimiento y sentido de  autoimportancia es sigo de que “aún hay trabajo por hacer”…
El sentido del TRABAJO INTERIOR es la preparación del terreno para hacer del agreste jardín del alma inmadura lleno de imperfecciones, el más acabado jardín lleno de diversidad y cualidad en forma y color, en donde ya las malezas del orgullo, la ira, el odio, y tantas otras, han sido retiradas por ‘el Jardinero’…

Cuando un fruto llega a su maduración en el árbol, se vuelve dulce y comestible. Nadie puede apurar la maduración de los frutos para que se vuelvan dulces y comestibles, y no servirán excesos de fertilizantes… que un inexperto y ansioso jardinero pudiera suministrar. El experimentado Jardinero sabe que “todo tiene su tiempo en la Naturaleza” y esto es cierto tanto para la vida física como para la vida del alma o conciencia.

Hoy la Humanidad, en su conjunto,
es aún ‘un fruto en proceso de maduración’

            Entender esto no es poca cosa, ya que evitará actitudes de crítica y “cruzadas para hacer justicia” por parte de muchos estudiantes, que, aunque bien intencionados, adolecen de ‘comprensión’ más honda.
            La Humanidad está aún en su etapa “adolescente”, recién dejando atrás la etapa infantil… Es adolescente por que adolece, padece y sufre por la falta de Sabiduría, debido a que está en un agitado proceso de transición hacia una conciencia más madura y de mayor estabilidad. Como es sabido, la adolescencia está llena de inestabilidad y agitación porque se operan cambios en lo interno y a través de circunstancias de la vida que producen crisis al no tener claridad y madurez para enfrentarlas. La naturaleza del llamado “deseo” es el factor preponderante en la inestabilidad de la consciencia adolescente, y hasta que la Humanidad no haya superado la etapa astral-emocional que caracteriza a la adolescencia para pasar a la preponderancia de la etapa mental que caracteriza a la adultez, donde rige la razón por sobre la emocionalidad,  para pasar finalmente a la ‘etapa intuicional’, no encontrará la paz estable que busca y de la que, por ahora, globalmente adolece.
            La Humanidad (siempre hablando en general, tomando en cuenta el estado del mayor porcentaje numérico de seres humanos) vive aún atormentada por inseguridades, miedos y desengaños, y todo ello debe acontecer y atravesarse para poder llegar, tras superar las desafiantes experiencias, a una mayor y perdurable estabilidad de la conciencia.
            El logro de ‘la estabilidad de la conciencia’ no significa que la conciencia o alma se vuelva inmóvil, ya que nada está inmóvil en la evolución universal. Esta “estabilidad” se refiere a que la conciencia ya no puede caer en los desequilibrios producidos por la ignorancia de la Esencia Divina, lo cual conducía al apego a las formas y al pasajero deseo. Pero ni la materia ni el deseo deben ser negados (como algunos han mal interpretado), porque la negación de la materia y del deseo es también cierto aspecto de ignorancia, ya que todo tiene su lugar en la evolución. En cambio, encontrar el equilibrio, la armonía y el valor y lugar de cada cosa en el sendero de la vida es ir dejando la ignorancia de la adolescencia detrás; así la conciencia encuentra la sabiduría y la paz.
Por el momento solo unos cuantos millones de entre miles de millones de humanos han llegado a “la estabilidad de la conciencia”, es decir, un porcentaje menor de almas, mientras que el resto se debate entre las tumultuosas experiencias de los mundos astral y mental inferior, con experiencias de dolor y duro karma.

Quienes logran la Paz interna son las almas que ya han comenzado a salir de la adolescencia psicológica; son almas comparadas a “frutos maduros” en las cuales ‘el dulce sabor de la Paz’ ya existe.

Esta Paz es verdadera Paz, por supuesto, condición espiritual presente en el alma madura, no esa paz (falsa) entendida corrientemente como ‘ausencia de conflicto exteriorizado’, porque la ausencia de actos o manifestaciones de ira y violencia puede estar encubriendo la presencia de tales energías astrales en ebullición alojadas en el mundo subconsciente; y de hecho, eso es lo que ocurre hoy en la Humanidad, y es a este tipo de violencia y crisis encubierta, aún no exteriorizada en el plano físico pero muy activa en el plano astral, a lo cual muchos llaman “paz”, siendo esta una “paz negra”, el preludio y gestación de la tragedia
La única PAZ real y perdurable es a la que llega el alma peregrina después de subir escalón por escalón las experiencias de comprensión, llegando hasta la cima de “la síntesis”. Tras encontrar la síntesis, la esencia filosófica más profunda de ‘la Comprensión’, el buscador se lanza al vacío del Ser insondable y eterno en un acto de suprema Fe, destruyéndose en tal acto ‘el yo’ ilusorio y transitorio, y naciendo así una Conciencia de Unidad lista para el sacrificio por La Vida. “El buscador” ha desaparecido… y queda en su lugar “un Faro”…

Este es un llamado para el DESPERTAR de los dormidos en los espejismos de entusiasmos pasajeros e inconsistentes del mundo astral del deseo, y a los dormidos en ideales y creencias que han erigido como “normas de vida”, lo cual, aunque habiendo servido como necesario ‘escalón’ para avanzar en cierta etapa, deben ser superados para ir más allá…

No detengáis vuestra marcha hasta la cima del Monte Merú; no os contentéis con los picos menores del Everest… Seguid escalando y escalando, con ‘las fuertes piernas y manos de la conciencia’ que son “el pensamiento libre y siempre creativo”. Trepe el estudiante a través de la reflexión elevándose cada vez más, sin jamás quedar apegado, varado e inmóvil en algún escalón de creencia…
El “Trabajo Interior” comienza con la autoobservación y el pleno conocimiento de ‘La Meta’ del Ser en la Unidad. No lo olvidéis nunca. Que este sea vuestro Faro, y al avanzar lo suficiente…, en Faro os convertiréis, un Faro de Luz para los navegantes del inmenso mar de la Conciencia.

Aprovechad estas enseñanzas para avanzar en vuestro ‘Trabajo Interior’.
Que la Paz os compenetre y el Manto Celeste os cubra.

Un Servidor de la Luz.



1.     Herramientas útiles: Fueron publicadas en los blogs y libros de esta escuela interna. Véase EJERCICIOS DE LUZ, CÓDIGOS CURATIVOS y PEQUEÑO TRATADO DE ALQUIMIA, entre otros.



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